"Como jugar Omaha Pot Limit"

Qué es Pot Limit Omaha Es una modalidad de poker con cartas comunitarias, como el Texas Hold’em, en la que el límite máximo de la apuesta está determinado por el tamaño del bote en ese momento. Cómo se juega Cada jugador recibe 4 cartas que sólo él ve en la fase denominada preflop. En el centro de la mesa se sitúan 3 cartas en la fase denominada flop, una más en la fase denominada turn y otra más en la denominada river. Las 5 cartas así dispuestas en el centro son cartas comunitarias, que todos los jugadores pueden usar para formar su mano. Hay apuestas después de cada una de las cuatro fases, en las que los jugadores pueden apostar, subir una apuesta previa de otro jugador o retirarse y, como hemos comentado anteriormente, en la variante de Pot Limit la apuesta máxima está determinada por el tamaño del bote en ese momento. En Omaha, por tanto, tenemos cuatro cartas en la mano que sólo nosotros podemos ver, y cinco cartas en la mesa que todo el mundo puede usar. Sin embargo, no cualquier combinación de las mismas es válida. Una mano de Omaha debe conformarse empleando dos (y sólo dos) de las cuatro cartas de nuestra mano en combinación con tres (y sólo tres) de las cartas comunitarias. Estrategia de juego Pot Limit Omaha es un juego muy divertido, en el que se suele ver mucha acción y en el que hay que ser bastante precavido por lo general. Es recomendable disponer de entre 20 y 30 veces la cantidad con la que ingresas en la mesa para poder jugar liberado de la tensión que supone tener que decidir, muchas veces, si apostar todo tu resto en una mano de gran potencial. En este juego se dan muchas situaciones de difícil solución, pero por otra parte, también es relativamente sencillo contar las cartas que, de salir, te darán la victoria, estudiar la probabilidad de que esto ocurra y, por tanto, tomar decisiones con expectativa previsiblemente positiva. Estrategia pre-flop Antes del flop, la selección de manos es muy importante. Cualquier conjunto de cuatro cartas que nos repartan puede convertirse en ganadora, eso es cierto, pero sólo las combinaciones en las que las cuatro tengan alguna interrelación entre ellas tienen una probabilidad suficientemente alta de que esto suceda como para convertirse en ganadoras a largo plazo. En general, buscaremos este tipo de cartas. Manos como AAKQ, KQJ9, 8765… en las diferentes situaciones en las que se pueden jugar, son las que buscamos. Respecto a la agresividad en esta fase, depende de la mesa y de nuestra capacidad de juego después del flop. Ninguna mano es suficientemente buena como para ganar por sí misma (esta verdad es mucho más incontestable en Omaha que en Hold’em), así que la efectividad de las subidas antes del flop ante mesas poco selectivas, o cuando somos poco solventes en las fases posteriores, es, cuando menos, discutible. Estrategia en el flop En el flop se da la circunstancia de que conocemos un porcentaje muy grande de la información total que vamos a tener al final. En esta fase, la mayor decisión a tomar es si seguiremos en la mano o nos retiraremos. Básicamente, nos retiraremos siempre que no tengamos una mano que tenga una probabilidad suficiente de ganar. De los patrones de apuesta de los rivales antes del flop y en éste, podemos más o menos estimar las manos a las que nos estamos enfrentando, y calcular con precisión cuántas cartas nos servirán para completar una mano ganadora. Por ejemplo, si nuestra mano es As9s8h7h y en el flop aparece 6s5sKc, podemos estimar que hay 17 cartas que, de salir, completarían una mano ganadora para nosotros (4 cuatros, 3 sietes, 3 ochos, 3 nueves y 4 picas). No contamos la Ks, porque en ese caso nuestra jugada se completaría, pero no podríamos estar seguros de que fuera ganadora. Con 17 cartas “ganadoras” nuestra mano es muy fuerte y, si la jugamos con agresividad en este punto, podemos incluso conseguir que la gente se retire antes incluso de que se complete, o conseguir que todo nuestro dinero acabe en el medio y ver así las dos cartas que quedan y no tener que tomar decisiones complejas en el turn si nuestra mano no se ha completado para entonces. Hay una verdad universal en Pot Limit Omaha explotada hasta el extremo por muchos jugadores: se puede apostar o subir casi con cualquier mano, pues es relativamente sencillo que alguien tenga la mejor mano posible en cada momento, pero para ver una apuesta hace falta contar con la mejor mano o estar seguros de que el rival no la tiene, lo que es bastante complicado. Esta idea cobra máxima validez en el flop. Por otra parte, la estructura de Pot Limit hace que esta fase no sea la mejor para proteger nuestras manos “hechas” (como, por ejemplo, el trío más alto) en flops con una textura complicada (cartas conectadas y con dos del mismo palo, por ejemplo). Por tanto, también tendremos que tomar decisiones complejas y encontrar un equilibrio en las apuestas a realizar en esta fase para tratar de proteger la mejor mano “temporal” (sin ofrecer ver cartas de manera gratuita a los rivales) pero sin arriesgar demasiado en caso de que los oponentes completen sus proyectos. Estrategia en el turn El turn es la fase en la que la mejor mano “temporal” debe protegerse. Una apuesta del tamaño del bote en esta fase, unida al hecho de que sólo queda una carta por salir y completar posibles proyectos, hace que ninguno de estos proyectos tenga justificación matemática para ver la apuesta, por muy peligrosas que sean las cartas sobre la mesa. La única excepción a este punto es aquella situación en la que creemos que un rival tiene también la mejor mano temporal, como nosotros, y además un proyecto de mejora. Supongamos que tenemos 9h8s7c6d y la mesa contiene 10h8h6cKc. Si otro jugador tiene QhJc9c7h ó KhKs9c7h es evidente que apostar en el turn tiene expectativa negativa, puesto que en caso de que nuestra escalera aguante sólo dividiremos el bote con el rival, y si alguno de sus proyectos se completa perderemos todo. De todos modos, si la mesa es muy agresiva muchas de las veces el dinero estará en el centro en el flop, y el turn será un mero trámite. Estrategia en el river En el river, ya disponemos de toda la información. Nuestra mano está formada, completa o no como la mejor posible, y podremos estimar casi con seguridad la mano de los rivales. Por tanto, en esta fase de lo que se trata es de sacar el máximo dinero extra posible, en el caso de que tengamos la mejor mano, y de decidir si retirarnos o no en el caso de que no la tengamos, dependiendo de lo que hagan los contrarios y lo que pensamos que llevan. También es un buen momento para farolear si los patrones de apuestas son coherentes, y de ser faroleado y detectar dichos faroles basándonos en dichos patrones y en otras informaciones que podamos conocer de los oponentes (notas, gestos, forma de ser). ¿Apostamos el bote o sólo una parte? Si el rival apuesta el bote, ¿es un farol o lleva la mejor jugada? ¿Para qué apostaría el máximo si lleva la mejor jugada, arriesgándose a que me tire, si con una apuesta más pequeña podría forzarme a ver? Pero, por otra parte, ¿y si es un farol, y él sabe que yo estoy pensando esto mismo? Bueno, nadie dijo que tomar estas decisiones fuera fácil. Pero ésa es la esencia del poker. Resumen y consejos prácticos ·Entra en las mesas con no más del 5% del dinero que tienes disponible para el poker. ·Juega en mesas que puedas controlar y que sean coherentes con tu tipo de juego. ·Procura jugar siempre conjuntos de cartas en las que las cuatro recibidas estén interrelacionadas. ·Apuesta preflop sólo si eres capaz de ser coherente con tu juego posterior y ante rivales adecuados. ·En el flop, retírate sin contemplaciones si tu mano no tiene muchas opciones de convertirse en ganadora al final. Y, si las tiene, juega con máxima agresividad. ·Protege tus manos en el turn con apuestas de tamaño máximo, para no ofrecer a tus rivales opciones matemáticas de tomar decisiones correctas y con expectativa positiva a largo plazo. ·Apuesta el máximo en el river con la mejor mano en ocasiones para no resultar demasiado predecible con tus apuestas, pero por lo general apuesta menos para tratar de arañar un dinero extra. ·No tengas miedo de ver una apuesta no coherente en el river por parte de un rival agresivo, por muy grande que sea, si tu mano tiene opciones de ganar aunque no sea la mejor jugada posible. Perderás en ocasiones, pero por otra parte ganarás más botes de los que te crees y le estarás mandando un mensaje claro a la mesa: no resulta rentable farolearte.